Idea impopular pero realista: ¿Y si un mundial de fútbol en Noviembre/Diciembre resulta ser una mejor idea en lo comercial para futuras ediciones?
Un mundial en Navidad coincide con la época comercial más alta del año y hace más fácil vender lo que sea.
Aunque haga más difícil organizar partidos en el invierno nevado del hemisferio norte, la mayoría de las grandes fiestas y vacaciones se concentran en los últimos dos meses del año.
Eso te da la excusa para viajar a un país cálido (escapando del invierno), o reunirte con tus amigos y familia para ver los partidos durante las fiestas de la temporada.
Brasil, México o Argentina seguro tendrán suficientes excusas para aprovechar sus fiestas locales para, aún más, disfrutar de los partidos de sus selecciones.
Este año habrán 4 juegos del Mundial coincidiendo con la fiesta de Thanksgiving en Estados Unidos, un mercado lleno no solo de americanos sino de inmigrantes de todo el resto del mundo. Combina eso con ofertas de Black Friday y tendrás toneladas de televisores saliendo de las tiendas.
Y en lo deportivo, no es el primer torneo que sucede fuere del verano europeo. La Copa Africana de Naciones se suele celebrar en Enero.
Además, los jugadores llegaran al torneo finalizando la primera mitad de la temporada en Europa, y los torneos en Sudamérica recién concluidos (usualmente torneos cortos). En ediciones anteriores el Mundial llegaba al final de una temporada de 50 o 60 partidos por jugador, mientras que ahora llegan en su mejor momento a nivel de preparación física, sin tantos partidos encima. La temporada regular se convierte en preparación para el Mundial en si misma.