El 2016, con elecciones y todo, sirvió como contexto para que entre todos revisitar el rol que «los jóvenes» tienen en la sociedad. El tema se convirtió en tema de agenda gracias al interés y juicios de valor expresados por medios de comunicación.

Las matemáticas lo exponen fácil: 6 de cada 10 nicas son menores de 30 años; los jóvenes son la mayoría. Pero en los medios el tema «joven», el «millenial», es expuesto como «que hacemos con los jóvenes», o «como les orientamos», o «porque son así».

Los números no mienten. Los jóvenes son la mayoría, y los juicios condescencientes de «que hacer con ellos» son escritos por representantes de generaciones anteriores. Algo que no es su culpa, individualmente, pero si su culpa, generacionalmente, porque esas generaciones quemaron 30 años de historia para estar a como estamos ahora.

En los 70s los nicas tenían como «historia» a Somoza. Es el mito que unifica la generación.

En los 80s los nicas tenían como «historia» la Revolución. Defenderla a cualquier costo. O derrotarla, a cualquier costo.

En los 90s el mito que quedo fue la lucha del 6% y el fracaso de la revolución.

Que mito o historia quedo para el nuevo milenio? No se sabe, y en esa frustración las generaciones de antes dejan ver que están enojados porque no estamos muertos en una zanja como sus compañeros de colegio; porque los sueños por los que ellos lucharon fracasaron; porque mordieron el leño y nos salen con el chantaje emocional de que nos gusta Maluma y no Silvio Rodríguez.

Tú eres puro, puro chantaje / Puro, puro chantaje
Vas libre como el aire / No soy de ti ni de nadie

Critican y cuestionan porque se quedaron sin fondo. Y hasta creen saber como son los jóvenes. Que los jóvenes todo lo quieren visual, que no leen, que no les interesa la política, que no se organizan. Que no hablan de políticas públicas. O quizás es que no quieren que hablen de esos temas. Es muy incomodo para el status quo.

¿Como es el «joven» de hoy en día? Emigrante, informal, engañado, manipulado, devaluado, en búsqueda, mayoría.