Los cumpleaños de niños y niñas en la familia siguen los mismos rituales de toda la vida, sean realizados en la casa de un familiar o en un restaurante.
El payaso mago comediante, la gaseosa y la bolsa de caramelos, el pastel y la piñata, las niñas y niños corriendo unos detrás de otros.
El niño que choca contra otro y sale llorando. La niña que gana el concurso de baile. Los niños con las barrigas llenas de sorbete, pizza y caramelos. El niño que sale golpeado con el palo de la piñata. La pinta caritas con roles de genero. Las niñas se pintan mariposas y los niños personajes de DC Comics o Marvel. La piñata irrompible que es puesta de cabeza para sacarle el premio. Todo el mismo tiempo. Hasta que se acaba la fiesta.
El cumpleaños siempre es convocado a las 3pm, pero la mayoría llegamos a las 4pm. Para las 5pm ya toca cantar el happy birthday, las mañanitas, y el ya queremos pastel. A las 6pm empiezan a levantar las mesas, hay vasos plásticos de gaseosa, llenos ahora de hielo derretido, servilletas usadas, y retazos de piñata desmembrada barridos en una esquina del patio.
Para los chavalos hay todavía un after party. El carro lleno de chimbombas y caramelos. Pero es más divertido cuando vuelves a casa en taxi, bus, o hasta en caponera, y vas como carro de boda lleno de globos y serpentinas y azúcar en todos los colores, con los colores saliendo por las ventanas.
Cuando los niños bajan en casa reúnen todos los caramelos en un solo tarro gigante, repleto de chocolates, meneitos y chiverias de todos los colores. Dejas en la sala o en el patio las 10 chimbombas verdes gigantes que bajaste de la decoración de la fiesta; y es como que la fiesta sigue para ellos, hasta que se desinflan o estallan.
Esa noche cenan una nada porque todavía están llenos de pizza y pastel. Les dejas ver una película en la computadora y que se duerman hasta las 10 de la noche. Porque al día siguiente es domingo, y el domingo existe para levantarse tarde.
Peñalba Marketing 
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