Las guerras del internet ya no se distinguen de las guerras geo-politico-comerciales convencionales. Peligros a la soberanía del Estad0-Nación, privacidad, y control desmedido son platos de cada día. Aquí algunas de las selecciones de la semana.
Facebook se estrena como corporación grandota por estrenar su presupuesto de lobbies en California (ya lo hacia en Washington DC) para detener un proyecto de ley destinado a proteger la información de los menores de 18 en redes sociales en general. El proyecto denominado ‘Social Networking Privacy Act’ pretendía fijar multas a los servicios web y redes sociales que hicieran publica información privada de usuarios menores de 18, como dirección de domicilio, email, teléfonos, y otros datos. Como no puede ser de otra manera en USA, un comentarista agrego a la noticia: «Why do so many democrats feel the need to have the government parent? (Porque tantos simpatizantes del Partido Democrata tienen la urgencia de tener un Estado Paternalista?)» que es la salida típica a cualquier legislación que proponga control del estado, más alla de que si esta es coherente y positiva en si misma.
En Arabia Saudita una nueva ley obliga a estar en un registro del Ministerio de Cultura para poder publicar online, no se permite difamar asuntos religiosos ni afectar seguridad nacional, y no se puede bloggear si no se es ciudadano árabe (con una población de 31% extranjeros). El registro es para tener una licencia de «publicación electrónica», y todo el contenido generado por redes sociales o celulares caen dentro de la jurisdicción de la ley Arabe de Prensa y Publicaciones. Los usuarios registrados además deberan facilitar datos de contacto sobre los servicios de hospedaje que utilizan, facilitando el bloqueo selectivo de sitios en caso que el Estado lo considere necesario.
Youtube, empresa de Google, elimino el canal de videos del sitio cubano Cubadebate.cu, alegando «un reporte de violación de derechos de autor» sobre un video en que se reutilizaba como material noticioso tomas de [wikipop language=»es»]Luis Posada Carriles[/wikipop], terrorista que esta precisamente en juicio por estos días:
Lo extraordinario es que Youtube está infestado de vídeos que presentan informaciones manipuladas y tendenciosas sobre Cuba, con imágenes robadas del sitio de Cubadebate en Youtube, sin que Google los haya retirado de su red social, aunque hemos hecho declaraciones al respecto. Próximamente publicaremos en esta misma web los sitios que utilizan sin consentimiento nuestros materiales, la mayoría exclusivos, para utilizarlos en campañas de satanización de la Revolución cubana.
Dos países europeos introducen iniciativas de ley para limitar el acceso a datos privados por corporaciones extranjeras. En Alemanía el estado propone penalizar el uso de estadisticas de navegación por parte de Google Analytics por violar principios de privacidad, algo que ya estaba penado en la ley si se hacia sin consentimiento del usuario desde 2009. En España van más alla y hablan de exigir por ley que los datos de ciudadanos españoles esten hospedados en servidores ubicados en el país mismo, puesto que «un país cuyos datos se encuentran en el extranjero no será dueño de su propia soberanía«. Este reciente interés en privacidad y soberanía digital sucede posterior al caso del Departamento de Justicia de USA solicitando a Twitter (via subpoena) información sobre Wikileaks, Braddley Manning, y colaboradores conocidos de ambos, incluyendo la miembro del parlamento de Islandia, Birgitta Jónsdóttir. Birgitta participo en Democracy Now para hablar del caso, un colaborador de Wikileaks y desarrollador de [wikipop]TOR[/wikipop] fue detenido en repetidas ocaciones en aeropuertos de USA, y más casos de vigilancia extrema posiblemente fuera de toda ley. En este caso Twitter rechazo la petición de silencio y notifico a los usuarios implicados de que el Departamento de Justicia gringo quería información sobre emails conocidos, IP de acceso, tarjetas de crédito, y otros datos.
En una noticia vieja pero directamente relacionada, en febrero de 2010 el sitio Cryptome.org revelo un documento confidencial de Microsoft escrito para orientar sobre que servicios online ofrece, que información recopila de sus usuarios en cada uno de ellos, y guias legales básicas para que el Estado en USA solicite información via subpoena, warrant, o una busqueda en archivos electrónicos almacenados. El documento Online Services Global Criminal Compliance Handbook (PDF) detalla los datos disponibles que Microsoft puede servir «por su apego a la ley» en caso de ordenes judiciales, incluyendo email, datos personales, tarjetas crédito, IP’s de conexión, servicios utilizados (sea hotmail, live spaces, MSN, incluso Xbox). El documento incluye el subtitulo «Domestic Version», por lo cual es posible haya distintas versiones. Todos los servicios de Microsoft se hospedan en servidores en USA, aun cuando estos usen extensiones de internet de otros paises (.es, .de, .fr, .mx, etcetera).
Y como cierre, Estados Unidos a través de su Oficina de Comercio propone un «ecosistema» de ciberseguridad personal que permita identificar realmente quien esta realizando una transación o solicitando información. Commerce asegura que en el Siglo XXI la ciberseguridad lo será todo, pero lo que esto parece en la práctica es un sistema nacional de identificación centralizado a le Big Brother llamado eufemisticamente ‘National Strategy for Trusted Identities in Cyberspace’. Como coincidencia tenemos el ataque del troyano ZeuS, conocido como «King of the Bots » por lo que el debate sobre identidad online centralizada es ahora «una necesidad». Otras organizaciones del estado gringo compiten por la autoría de esta idea, incluyendo la National Security Agency y la Domestic Homeland Security. En la aplicación este «ecosistema» sería creado por iniciativas privadas por «falta de confianza» en el Estado, pero dada la facilidad de estas para facilitar información al estado «porque así lo pide la ley», no es dificiil imaginar corporaciones de alcance global radicadas en USA pero facilitando los datos de ciudadanos de otros paises al gobierno gringo cuando este lo solicite, o en peores circunstancias anular la identidad digital de la persona, a como se intento con el ahogo financiero y electrónico aplicado sobre Wikileaks.
What would happen if a clutch of big banks decided that a particularly irksome blogger or other organization was “too risky”? What if they decided — one by one — to shut down financial access to a newspaper that was about to reveal irksome truths about their operations? This decision should not be left solely up to business-as-usual among the banks.»
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