Ponencia realisada dentro del Simposio 30 años de Revolución Sandinista – Retrospectiva y actualidad de movimientos transnacionales, Berlín, Alemania, Julio 9 al 11, 2009, del Instituto de Estudios Latinoamericanos, de la Universidad Libre de Berlín.
La historia del Sandinismo siempre ha sido enfocada con ventaja hacia las versiones “sandinistas” de si misma. En base a eso, se tiene el consenso de que la Cruzada Nacional de Alfabetización es un acto que llena de orgullo a todos los nicaragüenses. Sin embargo, no se puede entender al Sandinismo por si solo sino integrándolo a un capítulo mayor llamado Historia de Nicaragua. La evidente de la frase choca ante el hecho de que dentro de que se han demonizado las palabras “Somoza”, “Guardia Nacional” y “Contras”, sin entender las complejidades de discurso detrás de los mismos.
Revisaremos entonces, algunas fuentes alternas u opuestas de discurso sobre la evolución o historia “del Sandinismo”, pero aportando más bien a una historia “de Nicaragua”, porque aunque se quiera o no, Somoza tan bien fue nicaragüense.
En especifico, se hace mención de 3 fuentes de memoria alterna al Sandinismo: la memoria desde la contra, la memoria desde el caribe y el campesinado, la memoria desde la prensa internacional, y de manera dependiente a esta ultima, la memoria sobre el Sandinismo contada en torno a la figura de Oscar Arias.
Espacios de reflexión
Mackenbach y Hood (2000) nos explican como estas producciones literarias son en sí un espacio de reflexión sobre lo que ha pasado.
…se debe destacar que con el fin del proyecto sandinista toda una generación de intelectuales que durante los años sesenta, setenta y ochenta se comprometían (mayoritariamente) en pro o en contra de ese proyecto no solamente gozan de más tiempo para la reflexión y el acto de» escribir, sino también sienten una necesidad de analizar el pasado para entender el presente y abrir nuevas opciones para el futuro – factores que son indispensables para el desarrollo de una novelística moderna.
Tomas Borge, citado por Mackenbach y Hood, dice:
¿Quién puede escribir novelas en Nicaragua si todos los que las pueden hacer tienen un cúmulo de responsabilidades abrumadoras? Los potenciales novelistas en mi país son administradores de hospitales o miembros de la presidencia.
Mackenbach y Hood enumeran al final de su artículo una lista “en progreso” de novelas y testimonios, pero la gran mayoría de las obras citadas (novela, testimonio, o crítica), solo hay una directamente relacionada a discursos alternos u opuestos, como es “La noche del presidente. Novela de política y pasiones tropicales” (Jaime Morales Carazo, México: Editorial Planeta Mexicana, 1991). No se incluye en el listado las obras “Mejor que Somoza, ¡cualquier cosa!” (Editorial CECSA, México, 1986), y «La Contra» (Editorial Planeta, México, 1989), del mismo autor. En cambio, para Sergio Rámirez Mercado se listan 8 obras entre memorias y novelas, 4 obras de Margaret Randall, 2 de Claribel Alegría y Alegría/Flakoll y así con otros autores.
Se listan 3 obras testimoniales sobre Somoza, pero no se citan Nicaragua Traicionada de Anastasio Somoza Debayle (según fue relatado personalmente por el expresidente SOMOZA a Jack Cox), ni El Verdadero Sandino o el Calvario de las Segovias (1936) de Anastasio Somoza García. Esta ponencia sera entonces un impulso por ampliar la bibliográfica de literatura narrativa alterna u opuesta al Sandinismo.
La memoría desde la Guardia Nacional y “La Resistencia” o “La Contra”
Justiniano Perez, Ex Oficial de la Guardia Nacional (GN) y último comandante de la Escuela de Entrenamiento Básicia de Infangeriría, ha realizado un trabajo de memoria y rescate de historia de la Guardia Nacional, con obras como Los Mitos de la Guardia Nacional de Nicaragua,, Semper Fidelis, GN vs. FSLN, EEBI – los Quijotes del ocaso y Legión 15 de Septiembre – Albores de la resistencia nacional. Desde ellos plantea 3 épocas de la Guardia Nacional. La primera de 1936 hasta 1956, coincidiendo su fin con la muerte de Anastasio Somoza García; una segunda que va de 1956 hasta 1974, y una ultima de decadencia que termina con la huida de Somoza Portocarrero el 17 de julio de 1979.
Tanto la primera como la segunda etapa fueron momentos de corrupción, tráfico de influencias, en donde los cuarteles funcionaban practicamente como centros financieros para financiar la corrupción interna de la GN. Sin embargo, durante la segunda etapa el prestigio y moral interna de la GN se ve afectada por varios episodios de desorden interno: el asesinato del Teniente Leonel Peralta, el asesinato del Teniente David Tejada, y la creciente influencia de Dinorah Sampson, que influia en el nombramiento de oficiales a comandos de jugosas recaudaciones financieras, incluyo llegando a solicitar el 50% de participación en todos los cargos y nombramientos que conseguía en la alcoba.
Al mismo tiempo los altos mandos usaban las asignaciones de dinero de manera libre y sin control, desviándolas de tareas necesarias como compras de armas, mantenimiento de equipos, entrenamiento militar y demás actividades para el uso propio o la compra de fidelidades personales.
Esto provoco un bajo nivel de preparación entre las estructuras, y por consecuencia un bajo nivel de respuesta ante situaciones especiales. La toma del cuartel de Diriamba en 1960 por Edmundo y Fernando Chamorro demostró la facilidad para tomarse tales instalaciones. El asalto de la casa de Chema Castillo fue un golpe que no se previo y cuya negociación (o falta de respuesta militar adecuada) fue desfavorable para la GN y el gobierno de Somoza.
Justiniano nos cuenta en GN vs. FSLN:
A lo largo de la historia de la GN, los comandantes departamentales nunca defendieron las ciudades sino “la plaza”, sus casas-cuarteles donde las funciones de la policía proporcionaban los medios económicos de sobrevivencia y enriquecimiento. Este sistema mercantil que venía desde los tiempos de Somoza García, había convertido a la GN en una red nacional de recaudación monetaria con marcado menosprecio a la preparación táctica profesional, base y sustento de todo ejercito moderno.
Con la toma de Chema Castillo inicia la tercera y ultima etapa de la GN. En 1975 se formo Fuerza de Tarea Diriangen para cubrir el area de Rio Blanco, pero que fue infructuosa en su búsqueda por miembros del FSLN en el área porque ya entonces el FSLN había cambiado su estrategia.
Para revertir esta situación se empezó un tardío proceso de reforma interna. En mayo del 77 es ascendido Anastasio Somoza Portocarrero al puesto de Mayor y es nombrado Comandante de la EEBI. Sin embargo, el impulso de la Insurrección no les dio tiempo para trabajar grandes cambios y las situaciones se sucedieron rapidamente: Septiembre ’77, El asesinato de Pedro Joaquín Chamorro, el posterior Levantamiento de Monimbo, la Toma del Palacio, y la formación de frentes del FSLN a lo largo del país mantuvieron ocupada a la GN.
La Oficina de Seguridad Nacional no ayudaba mucho a mejorar la situación. Sus métodos de recopilación de información eran artesanales y sin fuentes confiables de inteligencia. Las tomas de Chema Castillo (1974) y Palacio Nacional (1978) se planearon “en sus narices” sin ser detectadas y no había fuerzas especiales dentro de la GN para responder para las mismas. La información recibida se basaba muchas veces en supuestos que provocaban movimiento de tropas a lugares donde simplemente no había nada que buscar, provocando un manejo ineficiente de recursos.
Sin embargo, la EEBI nunca llegó a tener la capacidad para ser la fuerza que modernizara a la Guardia. La fuerza aérea sólo tenía unos pocos aparatos viejos como los clásicos T-33 o los push pull comprados a España, para la labor antiguerrilla. Los tanques Shermann databan de la Segunda Guerra Mundial, el armamento estaba obsoleto y el equipo humano eran en realidad un montón de veteranos guardias gordos de tanto vegetar. (1)
La vieja guardia, los generales mayores, no se tomaron en serio la modernización prometida desde la EEBI. El Teniente Rodolfo Ampié funcionó en el area de inteligencia de la EEBI, y nos cuenta:
Se disponía de mucha información, porque había gente informante, y muchas veces andaban perdidos y no valoraban una situación, porque yo recuerdo que al comienzo que planteamos situaciones al Estado Mayor, decían: “Estos muchachos están preocupados, están miedosos”. Nosotros no teníamos miedo, sino que analizábamos toda la información y sabíamos lo que venía. Como en el caso de Costa Rica, en el 77, que a mí me tocó analizar todo ese frente, del sur, empecé a hacer mi estructura de inteligencia para recabar todo tipo de información, también al otro lado, infiltramos informantes, ticos y qué sé yo. Nos dieron todo el panorama y yo se lo planteé al Estado Mayor y éstos dijeron: “Estos chavalos están viendo guerrilleros por todos lados…” No medían realmente la situación, porque ellos pensaban que era la situación que ellos habían vivido. (2)
El 17 de julio del 79, al anunciar Somoza su retiro del país, la GN se desintegra, dejando un vació en la estructura del estado a punto de ser revolucionado, espacio que fue tomado por el FSLN y donde se asentó el Ejercito Popular Sandinista.
Otros autores que han aportado a la memoria desde esta posición son: “Secretos de la Revolución Sandinista” de Enrique Peña Pérez, que llegó a ser Asesor de Seguridad Nacional del gobierno somocista. Francisco Urcuyo Maliaños, sucesor presidencial de Somoza Debayle, escribió su versión en el libro Solos, editado en Guatemala en 1979. (3)
Otros militares escribieron memorias de su vida y experiencia dentro de la GN. El Teniente Coronel Guillermo Mendieta Chávez escribió “Militares Centroamericanos, Factor de Liberación o Centuriones a Sueldo”, con relatos desde dentro de situaciones de la GN. El Coronel Francisco Boza Gutiérrez presento en el 2002 su obra “Memorias de un Soldado”. Boza Gutiérrez entro a la GN el 28 de julio de 1928, y sirvió a la misma por 50 años. Su libro relata varios casos de escandalos, torturas, humillaciones a los oficiales de parte de los Somozas.
Entre todos estos autores existe el reconocimiento de los problemas GN, aunque con matices distintos, desde reconocimiento de los crimenes hasta la atenuación de sus actos contaminados “de propaganda”.
Roberto Sanchez resume a Boza Gutiérrez así:
Entre los crímenes cometidos por la Guardia que se mencionan en el libro, figura el de los soldados que participaron en el complot organizado por Abelardo Cuadra Vega en 1935, fueron sepultados en la Hacienda Santa Anita propiedad del general Somoza García, donde ahora es un elegante reparto, en la carretera sur. Allí quedaron muchos de los desaparecidos durante la dictadura somocista. (4)
En cambio Justiniano Pérez justifica el actuar de la GN en sus distintas acciones. En entrevista para La Prensa (5) declaro en entrevista:
P: Pero al lanzar ustedes bombas de 500 libras sobre las ciudades, se echaron a la población encima
R: Nunca hubo en Nicaragua una bomba de 500 libras. Se decía, eso es parte de la propaganda política (sandinista) que dio buenos resultados…
P: ¿Entonces, qué era lo que tiraban sobre las ciudades?
R: Cohetes. Esos rockets, que eran más que todo adaptados. Tal vez un piloto, en vez de dejarla caer en una casa, caía a 50 metros de distancia, no en el lugar indicado sino en un lugar donde causaba… Pero en la desesperación y con el entusiasmo de hacer algo, se cometían esos errores.
Las memorias continúan con el periodo de los 80’s con “Legión 15 de Septiembre” del mismo Justiniano Pérez o “La Contra, movimiento nicaragüense 1979 – 1990” de Bosco Matamoros Hüeck. Ambos relatan los inicios de La Contra como movimiento de “Resistencia” a la Revolución desde la perspectiva de los Ex-Guardia Nacional. El libro de Matamoros Hüeck incluye anecdotas de las cenas de gala en Estados Unidos para recoger fondos, en donde los mismos dirigentes de La Contra se presentaban como “freedom fighters” contra las huestes del comunismo en Nicaragua.
En los 90´s podemos encontrar “Nicaragua – El derrumbe negociado – Los avatares de un cambio de regimen” de René Herrera Zúniga (1993), desde donde expone el proceso de negociaciones entre el FSLN y Los Contras, en donde estos aseguran para sí espacios políticos dentro del nuevo gobierno, abandonando en el camino al campesinado y a la población caribeña que se juntaron con La Contra. Se expone que el hecho de que el FSLN no logro derrotar militarmente a La Contra y que las negociaciones en Sapoa son un éxito para la misma.
El más reciente libro sobre el Sandinismo desde una óptica opuesta es “Negociación, estrategia, más propaganda”, de Jaime Moralez Carazo. El libro esta pensado como un manual de estrategia en negociaciones y dirigido para estudiantes de derecho o administración, pero sin separarlo de los hechos de su propia vida, incluyendo las negociaciones de Sapoa (1988) y las del ahora llamado “Pacto” de Ortega y Alemán. Del mismo libro nos cuenta el autor:
El tema de la Negociación lo he venido practicando desde hace muchísimos años y empecé de joven, cuando era banquero y empresario. La negociación es un proceso permanente.
Posteriormente, por azares de la vida y por cuestiones del destino me vi involucrado en cuestiones políticas. Fui durante un tiempo miembro en el área civil de la Resistencia Nicaragüense («La Contra») siendo el Primer Jefe Negociador que logró alcanzar la Paz en Sapoá en 1988. Esa fue una experiencia extraordinaria y para mí es lo más satisfactorio es el haber contribuido a la paz, después de haber estado en una guerra que desgraciadamente no pudimos evitar, porque no tuvimos la cordura y fuimos dominados por la intransigencias, pasiones y egoísmos.
No hay que olvidar el espacio de La Estrella de Nicaragua, periódico nicaragüense editado desde Miami, en donde el historiador Nicolás López Maltez relata momentos históricos de los tiempos de Zelaya o los sucesos de La Contra desde una óptica opositora al Sandinismo. Bien vivida es su crónica sobre la muerte del Comandante Bravo. Inicia así:
Pablo Emilio Salazar Páiz fue un militar y combatiente de cuerpo entero. Ganó todas las batallas, nunca fue derrotado. Por ello los sandinistas conmemoran un escape, una huida («El repliegue»), porque no pueden conmemorar ninguna victoria.
Sus enemigos utilizaron a una mujer como trampa para asesinarle en Honduras… Con el asesinato de Salazar el régimen sandinista no logró evitar la constitución de La Contra, un ejército guerrillero de campesinos al que tampoco pudieron derrotar.
Es obvia la intención de su relato, pero si fuese cierto que el FSLN jamás les derrotó entonces Somoza jamás hubiera abandonado el país el 17 de julio del 79.
La memoría desde el Caribe y el campesinado
El problema con la memoria desde el Caribe y el Campesinado es que todavía existe más como trabajo desde las universidades, ONGs y centros de investigación. La literatura disponible para el público en general, aparte de publicaciones de esas mismas universidades y organizaciones, no es de fácil acceso.
Sin embargo, en lo literario han encontrado espacios de discución. .Segun Mackenbach, “Columpio al aire” es la primera novela que en “la novelística nicaragüense se cuentan los intentos de resistir a esta asimilación forzada desde la perspectiva de los habitantes de la costa del Caribe, del viejo «Reino Mískitu», que ya contaba con una historia de 180 años cuando se proclamó la República de Nicaragua6 ”. Erick Blandon en “Vuelo de cuervos” nos cuenta de “hace referencia a la política del traslado forzado de comunidades indígenas enteras de sus habitats tradicionales, realizada por el gobierno sandinista con el propósito de integrarlas a la nación nicaragüense” pero desde una perspectiva del Pacífico (7).
Deborah Robb publicó “The times and life of Bluefields” (2005), un recorrido “antropológico, histórico, sociológico, literario” de la ciudad de Bluefields. “El Pueblo Rama – Luchando por Tierra y Cultura” (8) .
Cada una de estas obras (y de muchas otras como Revista WANI) trabajan como espacios de reflexión de Lo Caribeño, en donde La Revolución es un tema que les afecto pero que dan más importancia al rescate cultural de las lenguas, delimitación territorial, y el proceso autonomico. En tal caso, el problema no es con la Revolución o el Sandinismo, sino con el Pacífico mismo y su procesos de “incorporación”, “desarrollo”, e incluso “explotación”.
Sobre el tema de los puntos de vista del campesinado del norte de Nicaragua, se puede consultar “Una tragedia campesina: testimonios de la resistencia”, de Alejandro Bendaña Rodríguez, (Managua: Edit-Arte/Centro de Estudios Internacionales, 1991).
La memoria desde el Periodismo, la Política y la Propaganda
Nicaragua fue en los años 70´s y 80´s un campo de ensayo del corresponsal de guerra, del internacionalista, y de la propaganda política. De los corresponsales de guerra tenemos obras como With the Contras de Christopher Dickey (1985, Simon and Schuster, NY, USA) y Blood of Brothers de Stephen Kinzer (1991, Putnam Son´s, NY, USA). El primero describe los primeros años de La Contra y sus conflictos internos. Kinzer en cambio se mantuvo trabajando desde Managua pero haciendo visitas ocacionales a Honduras, La Costa Caribe, Costa Rica, y las zonas de conflicto en el norte del país. En sus reportes iba describiendo y descubriendo el conflicto para su publico en Estados Unidos a través del New York Times.
En el 1996 se publicó en el San José Mercury News una serie de reportajes preparados por Gary Webb, luego editados como libro en “Dark Alliance: The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion”. El libro expone las relaciones entre la CIA y Los Contras en el tráfico de drogas hacia Los Ángeles y con tales ganancias financiaban al ejercito irregular en Nicaragua. Sin embargo, apenas se hicieron públicos los reportajes el periódico y varios de las fuentes citadas (basadas en documentos desclasificados de la CIA) en la investigación renegaron de sus versiones o retiraron el apoyo al periodista. Reportajes en el New York Times, Washington Post y Los Angeles Times pusieron en duda el trabajo de Webb. James Aucoin, experto en reportajes de periodismo investigativo, declaró:
In the case of Gary Webb’s charges against the CIA and the Contras, the major dailies came after him. Media institutions are now part of the establishment and they have a lot invested in that establishment. (9)
En el caso de los cargos contra la CIA y los Contras por Gary Webb, los grandes diarios vinieron tras él. Las instituciones mediáticas son ahora parte del sistema y ellos tienen un gran interes invertido en el sistema.
En respuesta la CIA empezó una investigación sobre la posibilidad de que la CIA, sus agentes, o los mismos contras, estuvieran involucrados en tráfico de drogas, negando toda relación oficial o conocimiento, a excepción de un solo grupo en tales actividades, las cuales no pueden ser comprobadas o negadas:
In September 1981, a report to Headquarters relaying information obtained from an asset stated that the ADREN leadership had made a decision to engage in drug smuggling to the United States in order to finance its anti-Sandinista operations…
A May 1982 cable from the FBI to CIA stated that reportedly «Justiniano Perez is a close friend of ‘Paisa’ (nickname) who is a Drug Trafficker.» According to the cable, Perez told Paisa that «if [Perez] received financial assistance from Paisa he would make business concessions to him when and if Nicaragua were to be liberated.»…
No information has been found to indicate any action to follow-up or corroborate the allegations concerning ADREN/15th of September Legion drug smuggling into the United States. However, the September 1981 and February 1982 information against ADREN/15th of September Legion stemmed from a single source, and in October 1982, Headquarters issued a cable indicating that the source was thought to be untrustworthy and a possible agent of the Government of Nicaragua. (10)
La negación de las relaciones entre CIA y La Contra en el tráfico de drogas según su informe y el desprestigio a Webb desde los otros periódicos norteamericanos revela la red de información y desinformación que la política de Estados Unidos aplico para operar en contra del Gobierno de Nicaragua en los años 80s o en su propio beneficio.
García Márquez, citado por Marcelino Bisbal, declara en 1979:
La información que circula sobre Nicaragua es agresión fragrante. Durante décadas, la dinastía de los Somoza torturó, robó, asesinó, con el apoyo de los Estados Unidos y con el silencio de la prensa. Y ahora, después del triunfo Sandinista, los antiguos cómplices están al acecho del mínimo error de los nuevos dirigentes para denunciarlo y entorpecer el proceso (11)
La lectura que hace Marcelino Bisbal (en “Nicaragua, un caso de agresión informativa”) es de análisis del flujo de noticias desde los cables internacionales y los enfoques que dan sobre procesos sociales en el Tercer Mundo (en especifico a Nicaragua), siempre editados desde una posición metropolitana o con tendencia contraria al gobierno Sandinista.
En este caso la lectura de la producción noticiosa sobre lo que pasaba en Nicaragua a como se contaba desde medios opositores (ej: La Prensa), o los cables internacionales son testimonio no de la noticia diaria de Nicaragua, sino de lo que se desea sea noticia sobre Nicaragua. Evidencia de esto es la forma en que La Prensa presentó como una limitación a la libertad de expresión sus primeros cierres de operaciones pero sin mencionar que fue cerrada por incumplimientos a la ley vigente de medios de comunicación, que definía varios castigos y multas por difundir noticias falsas, sin sustento en pruebas, o hasta con dañar la imagen de la nación. La lectura de este tipo de noticias con tendencia contraria habla más de las intenciones de quienes las publican que de la realidad nicaragüenses.
Desde Costa Rica
Costa Rica jugo siempre como patio trasero de movimientos armados o políticos con interés en Nicaragua. El periódico La Nación de Costa Rica hace eco de esos movimientos en el sur de Nicaragua, informando de los ataques y batallas en Rivas, Granada, Carazo y Masaya durante 1978 y 1979. No era raro encontrar previo al triunfo campos pagados financiados por grupos de solidaridad, grupos de intelectuales, y varias convocatorias a marchas y actividades de apoyo al “Gobierno De Reconstrucción Nacional” y a los refugiados nicaragüenses que venían huyendo de la guerra.
Oscar Arias, presidente de Costa Rica desde 1986 estuvo en contra de las actividades de La Contra en Costa Rica (país donde opero el grupo ARDE de Edén Pastora, entre 1983 y 1986) pero no era precisamente afín a las políticas del Gobierno de Nicaragua. Mientras era candidato en Costa Rica por el Partido Liberal Nacional, el tema de la Paz siempre fue de su interés, y llego justo en un momento que el Plan de Contadora estaba en estancamiento y el congreso norteamericano aprobaba más fondos para La Contra. Al llegar a la presidencia Arias impulso el “Plan Arias”, el cual culmina en la firma de los acuerdos de Esquipulas el 7 de agosto de 1987. Coincidentemente estalla el escándalo Irán – Contras, lo cual pone en entredicho las tácticas del Gobierno de Reagan hacia Nicaragua. En un discurso ante el congreso norteamericano, declara Arias:
Vengo de un país pequeño que disfruta de una democracia centenaria. En mi patria ninguno de sus hijos, hombre o mujer conoce la represión. No hay un solo costarricense que se marche al destierro. Es la mía una nación de libertad. Traigo aquí la alegría de una nación que ve como única esperanza de paz para las Américas, que la democracia, con justicia, llegue a reinar en toda su geografía. (12)
No hay que olvidar claro esta, el juicio de Nicaragua contra Los Estados Unidos en La Haya, declarado a favor de Nicaragua el 27 de junio de 1986.
La página web de los Premios Nobel lo describe como artífice del plan de pacificación en Centroamérica, sin mencionar sus primeras intenciones de no incluir a Nicaragua dentro de los planes de manera activa. Al menos así lo dice el expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo en entrevista a Daniel Valencia del diario digital El Faro, de El Salvador.
El ex presidente guatemalteco asegura que “nunca” existió un documento Arias para la paz, y que el Nobel se adjudicó algo que no le correspondía. “La iniciativa fue mía, de eso no hay ninguna duda. Cuando yo propuse la reunión de presidentes y el plan de paz –que todavía no estaba en una fórmula de acuerdos-, Arias no estaba todavía como presidente de la república”…. Veinte años después de aquel histórico acuerdo, dos de los firmantes (Cerezo y el entonces, y ahora, presidente de Nicaragua, Daniel Ortega) han decidido hablar públicamente de lo que consideran una “mentira histórica”. (13)
La presencia de Arias en los medios de comunicación de su país o en el extranjero nos muestran el pulso de su actuar desde Costa Rica hacia Nicaragua, y de como los medios le daban cobertura. El País reporta en 1988: “El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, señaló ayer a Estados Unidos y, especialmente, a Nicaragua como los principales responsables de que el plan de paz firmado el pasado 7 de agosto en Guatemala no haya sido cumplido” (14).
Y en 1990, tras ganar la ONU las elecciones, declará Violeta Barrios de Chamorro para El Nuevo Herald: “Por primera vez en Nicaragua estamos votando, no por iniciativa de don Daniel Ortega, sino de don Oscar Arias, presidente de Costa Rica” (15). En ambos casos, la figura de Arias recibia un mejor trato por parte de la prensa internacional, creando un contraste con la cobertura sobre las actividades del Gobierno de Nicaragua, y la personificación de ese trato en Daniel Ortega.
La situación económica de Nicaragua, la guerra (antes y después del 79), y la inmigración de mano de obra nicaragüense a Costa Rica junto a una situación de xenofobia entre ambas naciones ha provocado varios choques identitarios entre ambos países, en ocasiones representados estos conflictos como “problemas de soberanía sobre el Río San Juan”, o el caso de Natividad Canda. El retorno a las presidencias de Ortega y Arias revive los conflictos de sus primeras épocas.
Bibliografía
Edward Waters Hood, Werner Mackenbach. “A la novela y el testimonio en Nicaragua: una bibliografía tentativa, desde sus inicios hasta el año 2000” Arbeitspapiere zur Lateinamerika-Forschung. Itsmo, Revista virtual de estudios literarios y culturales centroamericanos. 2001. Enero Junio 2001,#1.
«Volume II: The Contra Story», Allegations of Connections Between CIA and The Contras in Cocaine Trafficking to the United States, (96-0143-IG), CIA, abril 27 1998. Informe Desclasificado,
Gary Webb, “Dark Alliance, the story behind the crack explosion”, San Jose Mercury News, archivado online en
“Nicaragua, un caso de agresión informativa”, Marcelino Bisbal,Ediciones Centauro, Venezuela, 1984.
“El Pueblo Rama – Luchando por Tierra y Cultura”, Gonzalez, Jentoff, Koskinen, López, URACCAN – UNIVERSITET I TROMSO.
Erick Aguirre Agaron, “Historia, Nación y Alteridad en dos novelas del Caribe Nicaragüense”, Revista WANI No. 37, Abril – Junio 2004.
Justiniano Pérez, “Semper Fideles”, 2005, Nicaragua.
Justiniano Pérez, “GN vs. FSLN”, Editorial La Prensa, 2008, Nicaragua.
Roberto Sánchez Ramírez, Artículo “Bibliografía de una insurrección armada”. La Prensa, Julio 23, 2007.
Roberto Sánchez Ramírez, Artículo “De Guardia Nacional a Guardia Somocista”, La Prensa, Mayo 14, 2007.
Oscar Arias Sánchez, The Nobel Peace Prize 1987
“Arias ha falseado la historia, afirma Vinicio Cerezo, artífice de Esquipulas II”, Diario Digital El Faro, Agosto 21, 2007.
Notas
(1) Emigdio Nuñez Tenorio, Diciembre 7, 2006, La Trinchera Edición 1738.
(2) Douglas Carcache, “La GN perdió la guerra en medio de pleitos internos”, La Prensa, Julio 16, 2004.
(3) Bibliografía de una insurrección armada, Roberto Sánchez Ramírez. La Prensa, Julio 23, 2007.
(4) Roberto Sánchez Ramírez, Artículo “De Guardia Nacional a Guardia Somocista”, La Prensa, Mayo 14, 2007.
(5) Douglas Carcache “La derrota de la GN empezó 3 años antes”, La Prensa, julio 16, 2004.
(6) Werner Mackenbach, Representaciones del Caribe en la narrativa centroamericana contemporánea, Itsmo, No. 5. <http://collaborations.denison.edu/istmo/n05/articulos/representaciones.html >
(7) Idem.
(8) Gonzalez, Jentoff, Koskinen, López, URACCAN – UNIVERSITET I TROMSO.
(9) Barbara Bliss Osborn, “Are You Sure You Want to Ruin Your Career?”, March – April 1998 <http://www.fair.org/index.php?page=2056>, citado en <http://en.wikipedia.org/wiki/Gary_Webb>
(10) Párrafos 194, 195, y 197, “Volume II, The Contra Story, Allegations of Connections Between CIA and The Contras in Cocaine Trafficking to the United States”, CIA, Abril 27, 1998.
(11) García Márquez citado por Ignacio Ramonet y Ramos Chao, “García Márquez denuncia a la prensa occidental por desinformar al Tercer Mundo”, Diario de Caracas, Venezuela, 21 de noviembre, 1979, reproducido en “Nicaragua, un caso de agresión informativa”, Marcelino Bisbal,Ediciones Centauro, Venezuela, 1984.
(12) Oscar Arias, “Una hora para la paz, propuesta para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica (Discurso ante el congreso de USA, 1986)”, citado por Costa Rica Contemporánea, Juan Rafael Quezada et al,
(13) “Arias ha falseado la historia, afirma Vinicio Cerezo, artífice de Esquipulas II”, Diario Digital El Faro, Agosto 21, 2007. <http://www.elfaro.net/secciones/Noticias/20070820/noticias1_20070820.asp >
(14) “Óscar Arias culpa a Washington y Managua del incumplimiento del plan de paz Esquipulas 2”, Antonio Caño, El País, 15 de enero, 1988.
(15) El Nuevo Herald, “Chamorro: Iniciativa de Arias permitio comicios”, Febrero 26, 1990, página 4A.
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